Bebida y utilizada para la fabricación de quesos desde la antigüedad, a principios del siglo XX esta imagen del vendedor de leche de burra era común en las ciudades europeas y aún se puede ver un siglo después en países de Latinoamérica. La leche de burra con una composición porcentual de proteínas 1.6-1.9, grasas 1.4-1.5, azúcares 6.2-6.4 y un poder energético de 45 kcal/100 cc, es la más parecida en su composición a la humana (1.2, 3.8, 7 y 71 respectivamente), aunque con menos poder energético. Por su buena digestibiildad y tolerancia se empleó para alimentar lactantes en los hospicios de niños abandonados. Este objeto lo presentamos también en la sección Postales |